11 CONCEPTOS BÁSICOS DE FOTOGRAFÍA

CONCEPTOS BÁSICOS DE LA FOTOGRAFÍA
1) Cómo sujetar correctamente una cámara fotos réflex: 

Mantén tu cámara lo más fija posible

Tus fotografías saldrán movidas cuando, mientras el obturador de tu cámara está abierto permitiendo que la luz llegue hasta el sensor, se producen vibraciones o movimientos que hagan que la luz que es reflejada por los objetos de la escena, sea capturada por el sensor en distintas posiciones.
Cuando hay mucha luz, al permanecer el obturador muy poco tiempo abierto para lograr una correcta medición y exposición de tus fotografías, la probabilidad de que una foto salga movida es mucho menor. Pero cuando las velocidades de obturación deban de ser más lentas (escenas más oscuras) las probabilidades de que una fotografía salga movida se multiplican.
Es por ello que, para evitar que dichas vibraciones puedan por arruinar tus fotografías, es fundamental que mantengas la cámara lo más fija posible y esto se logra, transformado tu cuerpo en un trípode.

Los 3 puntos de apoyo

Como si trataras de emular el funcionamiento de un trípode, la clave a la hora de sostener correctamente tu cámara de fotos es justamente esa, conseguir 3 puntos de apoyo (o más de ser posible) para minimizar la posibilidad de que tu cámara se desplace de forma vertical, horizontal o en ambas.
¿Cómo hacerlo con solo dos brazos? Si bien es cierto que solo tienes dos brazos para sostener tu cámara, no olvides que, si la disparas a través del visor, puedes utilizar el contacto entre este y tus cejas o frente como punto de apoyo extra.
De este modo, mientras controlas la cámara con la mano derecha y sostienes su peso con la mano izquierda, añades estabilidad utilizando tus cejas o frente como un puto de apoyo extra. Haz la prueba y veras de lo que te estoy hablando.
Puntos de apoyo
Puntos de apoyo

El aspecto más importante a la hora de lograr estabilidad disparando tu cámara sin otro soporte que el de tu propio cuerpo son, los puntos de apoyo.
 
Fíjate en la postura de la siguiente fotógrafa:
¿Hubieras escogido esa posición?
¿Hubieras escogido esa posición?

¿Te resultaría cómoda tal postura? Ten en cuenta que las formas “correctas” de sujetar una cámara no solo están ideadas para minimizar la posibilidad de vibraciones que puedan arruinar tus tomas sino que además, dichas posturas deben ser cómodas de modo de que puedas trabajar con naturalidad en cada una de tus fotos.
En la fotografía anterior, el único punto de apoyo que ha utilizado de todo su cuerpo y por ende de su cámara son sus pies. Su postura es bastante inestable y hasta forzada, lo que aumenta las chances de que, al trabajar incómodos, las fotos no resulten del todo nítidas.
Al finalizar la lectura de este artículo vuelve sobre esta foto e intenta imaginar que postura hubieras elegido tú para realizarla.

Sosteniendo la cámara en posición horizontal

Tal como acabo de comentarte, la clave al sostener tú cámara fotográfica es lograr que la misma quede sujeta lo más firmemente posible y esto lo lograrás maximizando sus puntos de apoyo. Ahora bien, no solo debes preocuparte por los puntos de contacto directo con tu cámara (cabeza y manos), sino además debes de pensar como colocas los brazos, las piernas, etc. No basta con solo tomar firmemente la cámara, sino que además, todo tu cuerpo debe de potenciar dicha firmeza.
Al momento de sostener tu cámara de forma horizontal o “regular” intenta que tus brazos y codos queden lo más pegados al cuerpo posible. El sostén de tu cámara son tus manos y el sostén de tus manos son los brazos, por lo que, lograr que tus brazos no se muevan al momento de disparar es tan importante como sujetar correctamente tu cámara con tus manos.
Además, procura utilizar tus cejas o frente como un punto de apoyo extra, presionando firmemente tu cámara contra ellos de modo de lograr ese tercer punto de apoyo tan preciado. Puedes incluso, inclinar levemente tu cabeza de modo de que además de tu frente, puedas hacer apoyo en tus pómulos o parte de tus mejillas.
Por último, no olvides que todo el cuerpo utiliza a tu columna y tus piernas como soporte por lo que intenta pararte de un modo firme pero cómodo. Mantén la espalda derecha y las piernas ligeramente separadas. De ser necesario utiliza tus rodillas o incluso objetos externos como una pared o una columna para ganar mayor estabilidad.
Por último, no olvides que todo el cuerpo utiliza a tu columna y tus piernas como soporte por lo que intenta pararte de un modo firme pero cómodo. Mantén la espalda derecha y las piernas ligeramente separadas. De ser necesario utiliza tus rodillas o incluso objetos externos como una pared o una columna para ganar mayor estabilidad.
Posición horizontal
 Posición horizontal

Las fotografías anteriores muestran con una flecha verde los aciertos del fotógrafo en cuanto a la forma de sujetar la cámara y a su postura corporal y con una flecha roja sus “errores” o mejor dicho, puntos que podrían mejorar en pos de ganar mayor estabilidad.

Sosteniendo la cámara en posición vertical (de retrato)

Sostener la cámara de forma vertical es una de las posiciones más complicadas para lograr una buena estabilidad ya que tus codos, el derecho, deja de tener contacto con el cuerpo. De todas formas puedes incrementar la estabilidad en dicha posición de la siguiente manera:
Intenta que el codo que soporta el peso de tu cámara, es decir el izquierdo, quede aún más pegado al cuerpo, incluso puedes intentar colocarlo casi en el medio de tu pecho de modo de ganar aún más estabilidad.
Puedes también optar por colocar ambos codos sobre tu cuerpo, es decir, sosteniendo tu cámara desde abajo con ambas manos. Utiliza la técnica que más cómoda te resulte, pero siempre intentando maximizar los puntos de apoyo.

Distintas formas de disparar en posición vertical
Distintas formas de disparar en posición vertical

En la fotografía siguiente podrás apreciar como a pesar de sostener la cámara de un modo similar, incluso a simple vista puedes darte cuenta cual de ambos fotógrafos lo hace de un modo más firme y estable:
Utiliza tu codo como columna
Utiliza tu codo como columna

Este tipo de complicaciones a la hora de sostener las cámaras en una u otra posición no suelen existir cuando se utilizan cámaras profesionales, ya que los modelos más avanzados traen de fábrica un “grip” que permite sujetar la cámara cómodamente en cualquiera de ambas posiciones (horizontal y vertical). Si tu cámara no lo trae no te preocupes, casi todos los modelos permiten añadirle este “grip” como accesorio externo.

Como sujetar la cámara mano a mano

Mano derecha: la mano derecha es la encargada de controlar todas las funcionalidades de la cámara. Mientras que tu dedo índice se mantiene cerca del disparador, con los otros 3 (mayor, anular y menique) agarran firmemente el “grip” de tu cámara. Con el dedo pulgar podrás ajustar los parámetros para cada una de tus tomas.

Hoy en día la mayoría de las cámaras son diseñadas para ser sujetadas de un modo muy natural. Ten en cuenta que firme no significa fuerte, ya que si ejerces mucha fuerza generaras tensión en el brazo que terminará por generar vibraciones indeseadas.
Mano izquierda: la mano izquierda es por excelencia, la encargada de soportar todo el peso de la cámara. Con la palma de la mano debes de sostener el cuerpo de la cámara y con tus dedos acceder a los anillos de tu objetivo de modo de poder ajustarlos según necesites. Dependiendo de la focal de tu objetivo tu mano izquierda se situará en una u otra posición, ya que por ejemplo, si utilizas focales muy largas (teleobjetivos) procura sostener su peso con toda tu mano izquierda.
La mano derecha el cuerpo, la izquierda el teleobjetivo
La mano derecha el cuerpo, la izquierda el teleobjetivo

Hagamos un repaso miembro a miembro

Dedos: los cuerpos de las cámaras fotográficas están diseñados para que tus dedos no solo puedan sostenerlas de un modo firme sino que además, puedan acceder cómodamente a los botones y perillas necesarios para poder configurar los parámetros de cada toma.
Sujeta con tus dedos firmemente la cámara y su objetivo.
Sujeta con tus dedos firmemente la cámara y su objetivo.
Manos: deja que el peso de la cámara sea soportado por tu mano izquierda mientras utilizas la derecha para realizar tu magia fotográfica ajustando los parámetros para cada fotografía.
Brazos y codos: mantén tus brazos y codos lo más cercanos al cuerpo posible intentando “trabar” los codos contra tu cuerpo. Recuerda que lo que le da estabilidad a tus manos son tus brazos y si estos no se soportan en tu cuerpo u otros objetos, las posibilidades de que tus fotos salgan movidas se multiplican.
Aprovecha el suelo u otros objetos para ganar mayor estabilidad
Aprovecha el suelo u otros objetos para ganar mayor estabilidad
Cejas, frente y mejillas: para ganar un punto de apoyo extra, utiliza tus cejas para sostener al visor de tu cámara. De ser necesario, inclina un poco la cabeza de modo de aprovechar el apoyo extra que pueden darte tus pómulos y mejillas.
Espalda: si de estabilidad hablamos, la espalda juega un papel fundamental, por algo es la “columna” del cuerpo. Mantén la espalda lo más derecha posible y evita inclinarte demasiado.
Piernas: Las piernas son el punto de apoyo por excelencia de todo tu cuerpo así que debes aprovecharlas. Mantén las piernas un poco separadas al momento de disparar tu cámara de modo de ganar mayor estabilidad y evitar el balanceo. Utiliza tus rodillas como punto de apoyo extra si es que estas sentado en el piso. Recuerda tu cuerpo es tu mejor trípode, aprovéchalo.
Piernas separadas y rodillas soportando los codos.
Debería ser: piernas separadas y rodillas soportando los codos.

4 consejos para darle mayor estabilidad a tu cuerpo

1. Busca apoyo externo: otra forma de ganar estabilidad y comodidad a la hora de realizar tus fotografías es utilizando el suelo, las paredes, una columna o cualquier otro objeto estable que pueda servirte de apoyo al momento de disparar tu cámara. No desaproveches la oportunidad de ganar algo de estabilidad extra.
2. Utiliza tus músculos: si creías que toda la estabilidad a la hora de tomar una fotografía dependía pura y exclusivamente de tus huesos estabas equivocado. Es tiempo de que pongas a trabajar a tus músculos. Tensiona un poco los músculos de modo de evitar que la extrema relajación o “flacidez” termine por restar estabilidad. Eso sí, no te tensiones demasiado ya que esto es un juego de firmeza y no de fuerza.
3. Aguanta la respiración: a estas alturas ya eres todo un atleta lo único que resta es que, al momento de disparar tu cámara, contengas la respiración de modo de evitar que, al inflar los pulmones, todo tu cuerpo se mueva. Entonces: inspira, dispara y luego expira nuevamente.
4. Mejor los muslos que las rodillas: si bien te recomendé a lo largo de todo el artículo la utilización de tus rodillas como punto extra de apoyo, en realidad obtendrás mejores resultados si apoyas los codos en superficies más blandas. Es mejor apoyar los codos en los muslos bien cerca de las rodillas ya que de este modo evitaras el “juego” que hace apoyar un hueso por sobre otro y te resultará más cómodo.
Excelente postura para trabajar con teleobjetivos
Excelente postura para trabajar con teleobjetivos

¿Necesitas aun más estabilidad?

Hay ciertas situaciones como fotografiando de noche, si pretendes hacer largas exposiciones o si utilizas focales muy largas en donde, por más que te esfuerces, te será imposible lograr estabilidad por ti mismo. En tales casos no olvides que el fotógrafo cuenta con un aliado muy poderoso a la hora de vencer a la oscuridad (o a las fotos movidas): el trípode.
Cuando no te quede otra alternativa, el trípode será tu salvación. No olvides de llevarlo contigo si tienes pensado fotografiar bajo este tipo de circunstancias. Y si no te has hecho todavía con el tuyo, no te preocupes, puedes fabricarlo tú mismo con materiales que seguramente desechas. ¿Cómo? Leyendo el siguiente artículo: “Bricofotografía: Cómo Montar Accesorios Fotográficos Caseros”.
El cuerpo no basta
El cuerpo no basta

Vídeo

Si te han quedado dudas respecto de algunas de las posturas más recomendadas a la hora de sujetar tu cámara fotográfica para evitar que tus fotos salgan movidas, aquí te dejo un video que, a pesar de estar en inglés, es muy gráfico y entendible:
 https://www.youtube.com/watch?v=-Bn8jqUWNwo

¿Y si no tengo una cámara réflex?

Si aún no te animas a dar el salto hacia tu primera cámara réflex digital o bien consideras que no necesitas una, no importa ya que todos los consejos que acabas de leer aplican de igual manera para cualquier tipo de cámara fotográfica.
La clave es y siempre será la estabilidad que puedas lograr al tomar tus fotos sin importar que cámara estés utilizando.
La cámara eres tu y el trípode también.
La cámara eres tu y el trípode también.
Hay tantos modos de sujetar una cámara de fotos como fotógrafos que las utilizan. El artículo que acabas de leer intenta ser una guía para que, utilizando las distintas técnicas y posturas que te recomiendo, minimizar los riesgos de que tus fotos salgan movidas.
Siéntete libre de crear cuantas posturas creas convenientes en pos de que tus fotos no se echen a perder.
Con solo practicar un poco y luego tomar algunas fotos ya habrás internalizado todas estas posturas y podrás concentrarte en lo que mejor haces: crear impactantes fotografías.

2) Cómo configurar el enfoque de tu cámara de fotos según la foto que quieras hacer:

¿Qué es el enfoque?

Según la RAE (Real Academia Española), enfocar es:
“Hacer que la imagen de un objeto producida en el foco de una lente se recoja con claridad sobre un plano u objeto determinado”.
Mira la siguiente imagen:
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Decimos que Mario está enfocado, cuando la imagen que éste proyecta, pasa por la lente y se une de forma precisa sobre el plano del sensor; igual que en la primera imagen. Por el contrario, decimos que una imagen está fuera de foco, cuando la imagen se forma fuera del plano del sensor, bien antes o bien después, como puedes ver muy claramente en la segunda imagen.

¿Qué tipos de enfoque hay?

De forma general, tenemos dos tipos de enfoque, cada uno con sus particularidades y sus aplicaciones en situaciones concretas. Para cambiar de uno a otro, lo deberás hacer a través de tu objetivo, moviendo el botón de M o MF (Manual) a A o AF (Automático) o viceversa. 
Enfoque-Objetivo

Enfoque Manual

El enfoque manual es aquel en el que tú debes enfocar manualmente girando la rueda de enfoque de tu objetivo.

Enfoque automático

Es aquél en el que tu cámara enfoca automáticamente. El autofocus se divide a su vez en varios tipos:
AF-S, AF-C, AF-A para Nikon o bien One Shot, AI Servo, AI Focus para Canon.
Las diferencias entre ellos radican básicamente en el movimiento o no del sujeto o de aquello que vamos a retratar:
  • AF-S u One Shot: Cuando fotografiamos sujetos u objetos estáticos, este enfoque es el más indicado puesto que es más preciso que los otros automáticos. Eso sí, también es más lento, por ello se recomienda utilizarlo sólo en situaciones donde preveamos que aquello que estamos fotografiando no se va a mover.
  • AF-C o AI Servo: Se utilizan para fotografiar sujetos en movimiento. Este sistema enfocará aquello que se mueva ante el objetivo y hará el seguimiento siempre que tengamos apretado el botón del obturador hasta la mitad. Una vez decidamos tomar la fotografía, sólo hay que apretar el obturador hasta el fondo.
  • AF-A o AI Focus: Cuando se prevé que una situación estática puede convertirse en una en movimiento, la utilización de este modo es el mejor, ya que es capaz de pasar de un sistema estático a seguir el sujeto en movimiento de forma automática.

Área de enfoque: ¿Qué es y cómo se utiliza?

El área de enfoque, es la zona de la imagen en la que queremos situar el foco. De forma generalizada, estas son las opciones que poseen la mayoría de cámaras réflex independientemente de la marca y modelo:

Punto único

Es la más precisa, ya que le indicas exactamente a la cámara el punto donde debe dirigir su foco, limitando el área de enfoque al mínimo, y por lo tanto no dejando margen de maniobra a la cámara. Este sistema es el más preciso, aunque no es válido para todas las situaciones. Es recomendable para sujetos estáticos.

Dinámica

En este tipo de enfoque seleccionamos, igual que en el de punto único, un punto de enfoque. A partir de éste, la cámara seleccionará una zona alrededor del mismo que podrás ampliar y disminuir en función de la cantidad de área en la que preveas que puede suceder la acción. Este sistema es recomendable para sujetos en movimiento o escenas estáticas en las que se pueda prever movimiento.

Automática

En este caso, es la cámara la que decide qué debe enfocar en base a ciertos parámetros preestablecidos, como el enfoque de lo que tenga más cerca del objetivo (distancia), lo que sea más grande, o lo que por tono parezca una persona (contraste). No es muy preciso y no siempre tus parámetros y los suyos coincidirán, así que tiene bastante margen de error en situaciones en las que el centro de interés no esté claro o no coincida con los parámetros de tamaño, distancia o contraste.

Prioridad de la toma

Aunque seas un fanático del enfoque, habrá situaciones en las que deberás claudicar si quieres obtener la foto. Igual que si eres un fanático de la rapidez, deberás rendirte ante la importancia del foco en algunas imágenes. Esto deberás decidirlo a priori a través de la prioridad de la toma:

Prioridad de enfoque

Como el nombre ya nos indica, la cámara entiende que hasta que el sujeto u objeto no estén perfectamente enfocados, la imagen no debe tomarse. Es decir, hasta que lo que le hayas indicado que debe estar enfoco no lo esté, y aunque aprietes el obturador, este no funcionará.

Prioridad al disparador

Cuando tengas una escena donde la prioridad sea más la escena en sí misma que la perfección del foco, deberás usar esta opción. Imagínate un partido de fútbol… Si priorizaras al enfoque no podrías tomar casi ninguna imagen. En cambio, así podrás disparar siempre que quieras independientemente de la “perfección” del enfoque.
Y una vez tenemos una idea general de aquello configurable con respecto al enfoque, veamos cómo y en qué situaciones podemos aplicar todo aquello que hemos visto hasta ahora.

Modo de enfoque manual

Macro

En fotografía macro el enfoque es extremadamente preciso, por lo que daremos prioridad absoluta a la búsqueda del enfoque perfecto en el lugar indicado.
Modo de enfoque: Manual
Área de enfoque: Punto único
Prioridad de la toma: Enfoque
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La importancia de un enfoque correcto en macrofotografía

Producto: Elementos estáticos en ambiente controlado

Siempre que nosotros controlemos la mayoría de variables, como suele ocurrir en las sesiones de estudio, lo mejor es no arriesgar el foco e intentar controlarlo de la forma más manual y exacta posible. Así reduciremos el margen de error de “dejar decidir” a nuestra cámara. Otros ejemplos que podríamos incluir en esta categoría podrían ser, por ejemplo, gastronomía, bodegones, flores…Todo aquello estático en un ambiente “controlado”.
 Modo de enfoque: Manual o el automático más preciso (AF-S o One Shot)
Área de enfoque: Punto único
Prioridad de la toma: Enfoque

Paisajes

Son estáticos y la nitidez y el enfoque son esenciales, por lo que es importante escoger las variables que nos proporcionen el enfoque más preciso
Modo de enfoque: Manual y si es posible a través de “Live View” para una precisión más exacta.
Área de enfoque: Punto único.
Prioridad de la toma: Enfoque.
Escogemos manual porque tenemos tiempo para hacerlo, y porque es la forma de asegurarnos que enfocamos exactamente allí donde queremos. Para la cámara es fácil “perderse” en paisajes donde haya pocos elementos que destaquen. Elegimos un área de enfoque de punto único, por que también es la que nos asegura una mayor precisión en objetos estáticos. Y por último, ya que la prioridad es enfoque y nitidez, no podemos dejar que nuestra cámara tome la foto si no tiene perfectamente claro que ésta está en foco.

Retratos

Dependerá de si estos son estáticos o prevés que el sujeto puede moverse, pero también prevalece la búsqueda del enfoque. Dependiendo de si prevés movimiento o no, deberás escoger entre un modo de enfoque manual o uno automático.

Estáticos

Modo de enfoque: Manual o Automático (AF-S/ One Shot)
Área de enfoque: Punto único
Prioridad de la toma: Enfoque

Movimiento (ligero)

Modo de enfoque: Automático AF-C/AI Servo
Área de enfoque: Punto único
Prioridad de la toma: Enfoque
En ambos casos priorizamos el enfoque y partimos de la base de que el sujeto no se moverá o que por lo menos lo hará poco. Por ello las dos opciones son prácticamente iguales, aunque uno prevé cierto movimiento (segundo caso) y en el primer caso, el retrato debe ser completamente estático-posado.
Nota: Recuerda la importancia de un buen foco en los ojos en la fotografía de retrato.
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En retratos estáticos lo mejor es trabajar en modo manual para mayor precisión del enfoque

Nocturna

No siempre nocturno significa muy poca luz, pero tampoco es extraño En estas situaciones es común que la cámara no encuentre el foco en modo automático, por lo que una forma sencilla de enfrentar el problema es pasarnos al enfoque manual.
Modo de enfoque: Manual
Área de enfoque: Depende del tipo de fotografía
Prioridad de la toma: Depende del tipo de fotografía

Modo de enfoque automático

En general, todo aquello que implique un movimiento, nos “obligará” a utilizar un modo de enfoque automático, aunque como siempre, es cuestión de gustos y de práctica, y de averiguar en qué modo nos sentimos más cómodos o a gusto. No obstante, de forma general, podemos encontrarnos con este tipo de situaciones en movimiento.

Deportes

Esta situación es completamente contraria a, por ejemplo, la que nos podemos encontrar al fotografiar paisajes o arquitectura. Aquí nuestro o nuestros sujetos están en constante movimiento y conseguir un foco “perfecto” es, por lo menos, complicado.
Modo de enfoque: Automático AF-C/AI Servo
Área de enfoque: Dinámica
Prioridad de la toma: Disparo
Peacekeeping - MINUSTAH

Street Photography

No sueles disponer de demasiado tiempo para componer tus imágenes, más bien tratas de improvisar a salto de mata, así que es difícil plantearse un modo de enfoque manual en este caso. Aquí suele importarnos más la escena en general que un foco perfecto, por lo que una prioridad al enfoque no tiene sentido, ya que haría que perdiéramos la mayoría de imágenes interesantes que pudiéramos ver.
Modo de enfoque: Automático AF-C/AI Servo
Área de enfoque: Dinámica (Puedes ampliarla en función de la zona que tú mismo quieras cubrir)
Prioridad de la toma: Disparo

Conciertos 

Por supuesto dependerá de qué tipo de concierto sea. Si tienes cercanía o no con el escenario, si los músicos se mueven o no lo hacen, etcétera. El caso más común, no obstante, es que te veas algo alejado y que tus músicos se muevan por el escenario, así que este es el panorama con el que nos quedaremos para este ejemplo.
Modo de enfoque: Automático AF-A/AI Focus: El sujeto puede que esté estático, pero es probable que empiece a moverse en cualquier momento.
Área de enfoque: Dinámica (Puedes ampliarla en función de la zona que tú mismo quieras cubrir)
Prioridad de la toma: Disparo
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En este caso priorizaremos el disparo antes que el enfoque

 3) Profundidad de campo:


¿Qué es la profundidad de campo?

Explicada llanamente, la profundidad de campo es la zona de la imagen que está nítida o bien enfocada, en contraste con otras zonas de menor enfoque.
Como bien sabes, en cualquier encuadre el objetivo puede enfocar únicamente un punto, no varios. Eso sí, ese punto enfocado puede ser ámplio o reducido, según nosotros queramos y según nos permitan las capacidades de nuestro objetivo.
La zona de la imágen que aparecerá nítida y estará bien enfocada determinará nuestra profundidad de campo.
Para explicar mejor este concepto te he preparado un pequeño gráfico, muy simple y fácil de entender.
Profundidad de Campo
A la izquierda puedes ver que hemos conseguido una gran profundidad de campo, de modo que la cámara nos enfoca una ámplia distancia, prácticamente desde los 5 hasta los 15 metros (por ejemplo). En cambio, en la parte derecha hemos reducido muchísimo la profundidad de campo, o sea, la zona bajo enfoque, de modo que en la foto saldrá todo desenfocado excepto lo que haya entre el 9 y el 11 en este caso.

¿Cómo controlar la profundidad de campo?

Sólo hay una manera real de controlar la profundidad de campo: controlando la apertura (diafragma) del objetivo. Seleccionando una apertura pequeña (valor f/ alto) obtenemos una distancia focal muy grande y una amplísima zona enfocada. En cambio, si elegimos una apertura grande (valor f/ muy bajo) conseguiremos una zona de enfoque más pequeña y precisa y por lo tanto una profundidad de campo pequeña.
En las cámaras réflex la única manera de poder controlar la apertura es mediante los modos manuales y semimanuales. Hace tiempo publiqué un artículo explicando cómo utilizar los modos manuales y semimanuales de las cámaras réflex, léelo.

¿Cómo aplicar esto en la vida real?

A continuación te voy a dar ejemplos prácticos en los que la profundidad de campo juega un papel esencial.
Profundidad de campo grande: se suele utilizar generalmente en situaciones en que queremos que todo aparezca enfocado, por ejemplo fotografía de naturaleza, paisajes, montañas, etc.
Profundidad de campo pequeña: La utilizamos en situaciones en que nos interesa captar la atención del espectador y centrarla en un punto concreto, por ejemplo para darle protagonismo al sujeto de un retrato, o para destacar un objeto entre varios. También se suelen usar pequeñas profundidades de campo en la fotografía Macro en la que, al igual que en los retratos, nos interesa realzar un determinado espacio u objeto.

 4) Distancia hiperfocal:


Diafragma

Es el que controla la entrada de luz a través del objetivo. Normalmente, a más luz podemos trabajar a diafragmas más cerrados (F/16, F/22, etcétera) y a menos luz, a diafragmas más abiertos (F/1.4, F/2.8, etcétera).
Para que te quede más claro, el diafragma funciona exactamente como el iris humano. Seguro que has mirado muchas veces el funcionamiento de tus pupilas cuando las iluminas (se “encogen”) o cuando la luz escasea (se “abren”).
A través del control del acceso a la cantidad de luz que recibe el sensor, dominamos o decidimos sobre otra variable: La velocidad.
La velocidad nos permite jugar con el movimiento o con la ausencia de él, a velocidades más altas, congelamos cualquier tipo de movimiento. A velocidades bajas, el movimiento queda “impreso” en el sensor. 
diafragma

Profundidad de campo

Ligado al diafragma, encontramos el concepto de profundidad de campo, ya que no sólo es luz lo que la apertura controla, también es el que controla qué cantidad de zona enfocada tendremos en la imagen.
A mayor apertura del diafragma (f/2 por ejemplo), más luz, pero también menor zona enfocada en la imagen, es decir, menos profundidad de campo. Y a menos apertura, mayor profundidad de campo, y por lo tanto, mayor zona enfocada en la imagen.

Nitidez

Cuando pensamos en nitidez pensamos en enfoque. Y estamos en lo cierto, en parte, por que nos falta otra variable, lo que llamamos acutancia o contraste. El enfoque ya sabes lo que es; veamos pues lo que es la acutancia.

Acutancia

Es el grado de contraste entre detalles. Cuanto más contrastado sea el límite entre estos detalles, más percibimos la sensación de nitidez, ya que están más diferenciados por su luminancia. Es decir, cuanto más contraste haya entre los bordes de los elementos plasmados en la imagen, más diferencia veremos entre ellos, y por lo tanto más nítidas veremos esas “líneas” que dibujan cualquier silueta.

El punto dulce del objetivo

Todos los objetivos poseen una apertura ideal en la que su grado de nitidez es máximo. Este punto dulce, suele situarse en la zona media de las aperturas de diafragma; es decir, si éste posee una apertura máxima de F/22, su punto dulce se situará aproximadamente en F/11.
Ahora sí, tras este breve repaso de conceptos básicos, vayamos a ver por fin qué es la distancia hiperfocal y cómo puedes, como fotógrafo, beneficiarte de ella.
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La distancia Hiperfocal se utiliza sobretodo para conseguí la máxima profundidad de campo en paisajes

¿Qué es la distancia hiperfocal?

La Distancia Hiperfocal es la distancia a la que conseguimos mayor zona enfocada en la imagen; es decir, mayor profundidad de campo en la escena. Esta es una de sus definiciones clásicas:
“Es la distancia que existe entre el objetivo y el punto más próximo de foco aceptablemente nítido, cuando el objetivo está enfocando hacia el infinito. Cuando lo está para la distancia hiperfocal, la profundidad de campo se extiende desde la mitad de esta distancia hasta el infinito”.
Michael J. Langford “Fotografía básica

¿Cómo se calcula?

Esta es la fórmula para calcularla, ya que depende de múltiples factores:

H=(F*F)/(f*d)

Donde H es la distancia hiperfocal, F es la distancia focal de tu objetivo, f la apertura del diafragma, y d el diámetro del círculo de confusión.
¿Te has quedado boquiabierto? No te asustes, ¿Creíste que te íbamos a dejar con esta explicación tan confusa después de haber llegado hasta aquí?

Siendo realistas… de forma sencilla y paso a paso

Puede que no sea la forma más ortodoxa de calcular la distancia hiperfocal, pero te aseguro que es la más cómoda, ya que existe una aplicación estupenda llamada Dofmaster que puedes consultar aquí y que de forma gratuita, calcula la distancia hiperfocal con idénticos parámetros a la fórmula anterior.

Antes de introducir los valores que hayas decidido, no olvides que…

No sólo buscas la mayor zona de campo enfocada, sino la mayor nitidez posible en la imagen. Utilizar la distancia hiperfocal, ya aumentará con creces esa zona enfocada de tu imagen, pero no olvides que los objetivos conservan el mayor grado de nitidez en diafragmas intermedios, lo que en la introducción denominé “punto dulce del objetivo”.
Por lo tanto, la mejor forma de obtener no sólo la mayor zona de campo sino la más nítida, es combinar ambos factores.
Aquí tienes un ejemplo del cálculo de la distancia focal a través de Dofmaster. En el cual he añadido los parámetros de mi escena y equipo: El modelo y la marca de mi cámara, la distancia focal de mi lente, la apertura de diafragma escogida, y los metros aproximados a los que se encuentra aquello que quiero enfocar. Como resultado obtendré un valor automático de la distancia hiperfocal, en este caso de 0,69m.
cálculo hiperfocal
Cálculo de la Distancia Hiperfoca

Después de obtener el número mágico que te indicará la distancia a la que tienes que enfocar, esto es lo que vas a obtener:
  1. Profundidad de campo o zona enfocada desde el lugar en el que sitúes el foco hasta el infinito. En este caso la fórmula me indica que debo colocarlo aproximadamente a 0,69m. Es decir, de 0,69m. hasta el infinito todo quedará en foco.
  2. Pero no sólo eso, el uso de la distancia hiperfocal, también aumenta la profundidad de campo por delante de la zona enfocada. Exactamente en la mitad de la distancia hiperfocal. Es decir, en mi caso, la distancia hiperfocal es de 0,69m., esto significa que su mitad es 0,34m. Y que por lo tanto, añadiré profundidad de campo en esa distancia por delante de la zona que he enfocado previamente; Desde los 0,34m., hasta el infinito, toda mi imagen estará en foco. Una maravilla para los amantes de las profundidades de campo infinitas, ¿Verdad?
distancia hiperfocal
Utilizando la distancia Hiperfocal ganamos profundidad de campo tanto por delante como por detrás de la zona enfocada.

Para que quede más claro aún, te muestro por comparación lo que pasaría en este mismo ejemplo, si no usaras la distancia hiperfocal, y simplemente enfocaras a los 15m. que hemos usado para elaborar este “ejercicio”:
Sin_Hiperfocal
Sin usar la distancia hiperfocal perdemos mucha profundidad de campo o zona enfocada en la imagen tanto por delante como por detrás del foco
de la imagen anterior podemos deducir fácilmente y de forma gráfica, que sin usar la distancia hiperfocal perdemos una gran y valiosa zona en foco tanto por detrás del lugar enfocado como por delante del mismo.

 5) Ajuste de blancos:


El Balance de Blancos

¿Alguna vez has tomado una foto de noche pero en un ambiente iluminado obteniendo una foto amarillenta tirando a un tono ligeramente naranja? ¿Has tirado alguna vez una foto de retrato en una zona de sombra, o en un día nublado, y el resultado fue una foto de tono azul apagado?
En una foto correcta no debería haber ningún tono predominante, debería haber equilibrio, un cierto balance digamos, pero ocurre que a veces las circunstancias en las que disparamos una foto (lugar, momento del día, fuente de luz, etc.) hacen que un color se vuelva dominante. Como decía antes la luz de las bombillas (de esas que iluminan el interior de una casa por ejemplo) de noche normalmente produce fotos de un tono excesivamente naranja, lo cual afea la foto y desvirtúa sus colores.
La solución se haya en el famoso “Balance de Blancos”. Básicamente la idea consiste en “contrarrestar” el tono predominante utilizando su “contrario” en busca de ese equilibrio. Es así como funciona el Balance de Blancos, no tiene más misterio. Si nos encontramos en una situación en que vemos que las fotos nos salen amarillas o naranjas, metemos un Balance de Blancos de tonos más fríos, tirando a azules. Si fuera al revés y las fotos nos salieran por defecto azuladas, meteríamos un Balance de Blancos “cálido”, tirando a rojo, para encontrar ese equilibrio de tonos.
Me preguntarás “¿Y cómo sé qué tono va a ser predominante para poderlo corregir?”
La respuesta es fácil: Puedes dejar que la propia cámara se encargue de detectar que un cierto color está dominando la foto excesivamente y que ella misma se encargue de contraatacarlo. Si quieres que la cámara gestione esta tarea por ti, entra en el ajuste de Balance de Blancos y elige la opción de “Balance de Blancos Automático” (también conocido como “AWB”).
Como las máquinas no son perfectas a veces la cámara no es capaz de detectar un cierto exceso de tonos y por consiguiente no lo puede corrige. Ahí entras tú (eres el fotógrafo ¿lo olvidabas?) Básicamente vas a hacer lo siguiente: vas a disparar un foto de prueba y la vas a mirar detenidamente, si la encuentras correcta y neutra genial, pero si ves un cierto exceso hacia un lado en tonos azules o hacia el otro en tonos rojos, tendrás que seleccionar manualmente uno de los distintos Balances de Blancos que tu cámara pone a tu disposición. A continuación te adjunto un pequeño gráfico en el que te explico qué Balance de Blancos escoger en función del tono excesivo que quieras remediar:
balance de blancos
Aviso: Este gráfico lo elaboré yo de manera manual y orientativa. No es preciso, sino sólo una orientación aproximada.

Como ves no tiene mayor complejidad. Si percibes que la foto sale demasiado “fría” utiliza un ajuste de blancos de los que ves a la derecha del gráfico, si en cambio la foto sale más “cálida” y anaranjada, utiliza un ajuste de Blancos de los que aparecen a la izquierda del gráfico.
Para que lo tengas aun más claro, veamos un ejemplo práctico. La siguiente foto la tomé en el interior de un restaurante iluminado con luz artificial. La foto que obtuve inicialmente fue ésta, demasiado rojiza como puedes apreciar
balance de blancos incorrecto
Foto con un Balance de Blancos incorrecto

Aplicando el gráfico anterior, para contrarrestar este tono rojo tuve que escoger el Balance de Blancos con símbolo de una bombilla (así aparece en la mayoría de las cámaras, comprueba por favor si en la tuya también aparece así). Una vez lo tenía seleccionado disparé de nuevo. El resultado fue esta vez más “correcto”
Balance de Blancos Correcto
Balance de Blancos Correcto

Por último

Te recomiendo que tengas la cámara siempre puesta en el Balance de Blancos Automático “AWB”. La mayoría de las veces la cámara lo aplicará correctamente. Lo tendrás que tocar muy pocas veces pero conviene que sepas para qué sirve, cómo ajustarlo, y así el día que veas algo raro lo podrás corregir sin miedo.

6) ISO:


Sensibilidad ISO: ¿Qué es?

La luz es el condimento fundamental en toda receta para una buena fotografía, sin ella no habrá foto posible. La sensibilidad ISO es algo así como el valor que indica que “cantidad de luz” es necesaria para que tu cámara pueda captar una fotografía.
Este concepto ha sido heredado de la fotografía analógica a pesar de no guardar mucha relación con lo que era antes y lo que es hoy en día. En la fotografía analógica, no era posible ajustar la sensibilidad ISO desde la cámara como en la era de la fotografía digital, sino que cada película fotográfica correspondía a un valor ISO distinto. Por lo tanto, no era posible cambiar el ISO de una fotografía a otra sin cambiar el rollo completamente.
La sensibilidad de dichas películas correspondía a la cantidad de “haluros de plata” (algo así como “el tamaño de los píxeles” de hoy en día) con que dicha película era fabricada. El tamaño de cada cristal de haluro en la película indicaba la sensibilidad y el grano que se puede apreciar en las fotografías una vez reveladas.
En la actualidad, con los sensores digitales, los haluros de plata son historia (por lo menos para la fotografía digital) y aunque el nombre se siga utilizando, el concepto cambio totalmente.
2
Las cámaras analógicas no permiten alterar el ISO.
Entonces, la sensibilidad ISO del sensor mide la reacción de este frente a un determinado nivel de luz en la escena. Dicha sensibilidad es inversamente proporcional a la cantidad de luz presente: cuanta “más luz” haya en el ambiente o escena, menor sensibilidad ISO que podrás utilizar y viceversa. ¿Parece simple, verdad?
El nombre ISO corresponde a las siglas de la organización que le dio origen: “”International Organization for Standardization” u organización internacional para la estandarización, es decir que, tal como lo indica su nombre, dicho valor no es más que un estándar adoptado mundialmente.

¿Cómo funciona?

Para que puedas entender cómo funciona realmente el ISO de tu cámara, es necesario que entiendas antes cómo funciona el sensor de la misma ya que, el ISO depende de cómo este captura la luz para transformarla en un hermoso archivo digital.
El sensor de tu cámara es ese pequeño chip que convierte tu visión en realidad. Es el encargado de transformar la luz que le llega en una fotografía. Así como la película, como acabo de comentarte, está formada por haluros de plata, el sensor está compuesto de miles de celdas fotosensibles que trasforman la luz que atraviesa el objetivo.
Al recibir luz, cada celda la transforma en corriente eléctrica y que, luego de ser procesada el cerebro de tu cámara (su microprocesador) se genera un archivo digital, “la foto”, que es almacenada en la tarjeta de memoria.
La sensibilidad de cada una de estas celdas es fija y se corresponde con el valor ISO más bajo que tu cámara (sensor y procesador) sean capaces de procesar.
Pero, si la sensibilidad ISO es fija, ¿Cómo es que puedo aumentarla con tocar un botón? En realidad, no se está aumentando la “sensibilidad” de estas celdas ya que esta es fija, sino que lo que se amplifica es la corriente eléctrica o “señal” que estos emiten.
Si estas fotografiando una escena donde la iluminación es escasa, cuando “amplifiques” la señal de las celdas de tu sensor, no solo “aumentarás” la luz que logró llegar a este sino, generando un poco de ruido, sino que además amplificarás la señal de aquellas celdas que han quedado “vacías de luz”, generando más ruido aun. Aquí es donde nace el tan odiado “ruido”.
Cuanto mayor sea la sensibilidad ISO que utilices al tomar tus fotografías no solo obtendrás fotografías más claras sino además, más ruidosas.
Como aumenta el ruido a medida que aumenta la sensibilidad ISO
Como aumenta el ruido a medida que aumenta la sensibilidad ISO

La sensibilidad y el Ruido

Seguramente lo que más te ha quedado claro de la explicación anterior es que, a mayor ISO, mayor ruido, especialmente en las zonas más oscuras. El ruido es el efecto secundario que lograrás al aumentar la “sensibilidad” antes de realizar una toma.
Hay tres situaciones que harán que el ruido se presente en tus fotografías:
  • Amplificación de la señal: este tipo de ruido es generado, como acabo de comentarte, al amplificar la señal de las celdas encargadas de transformar la luz en señales eléctricas. Este ruido es denominado eléctrico o electrónico.
  • La temperatura: además del ruido por amplificación, la temperatura del sensor también generará ruido en tus fotografías. Si realizas largas exposiciones, o disparas en ráfaga, el sensor se irá recalentando, lo que terminara por generar el conocido “ruido térmico”.
  • La post producción: cuando una fotografía ha sido sub expuesta, al intentar “aclararla” en el ordenador, generarás ruido. El ordenador no podrá recuperar los datos que tu cámara no ha sido capaz de capturar por lo que “inventará” información donde no la hay, generando ruido.
El ruido en tus fotografías
El ruido en tus fotografías
La forma en que el ruido se hace presente en tus fotografías varia de forma, tamaño y en cantidad dependiendo de cuales sean las causas que lo originen, el modelo de tu cámara, el tamaño del sensor, etc. Puede resultar imperceptible o bien tan evidente que termine por arruinar la calidad de tus fotografías.
De todas formas, no siempre el ruido es molesto, si aprendes a convivir con él, podrás utilizarlo y sacar provecho de este. No siempre el ruido arruina una fotografía, muchas veces la potencia.
No siempre el ruido es molesto
No siempre el ruido es molesto
Como evitarlo:
  • Mantén el ISO lo más bajo posible: “lo más bajo posible” no significa mantenerlo siempre en su valor mínimo, sino ajustarlo al límite de lo que las condiciones de iluminación de la escena te permitan. Primero intenta compensar la falta de luz disminuyendo la velocidad de obturación o bien abriendo el diafragma. Pero claro, siempre dependiendo de qué es lo que desees lograr y trasmitir con tus fotografías.
  • A falta de luz, añádela: si no puedes compensar la exposición mediante la velocidad de obturación o bien abriendo el diafragma al máximo, puedes intentar añadir mayores fuentes de luz de modo de mejorar la iluminación y alejar a tu peor enemigo, la oscuridad de la escena. Como te comente anteriormente, el ruido es más notorio cuando la oscuridad es pobre.
  • Evita el calor: así como la temperatura del sensor añade ruido en tus fotografías, si le das un respiro entre toma y toma o bien, no realizas exposiciones demasiado prolongadas, no solo podrás mantener al margen (o al mínimo) esta fuente de ruido sino que además, aumentaras la vida útil de tu equipo.
  • Exponer correctamente: la clave de toda fotografía, además de su concepto y mensaje, es su correcta exposición. Para hacerlo correctamente te recomiendo que te tomes tu tiempo para leer el siguiente artículo: “Guía Detallada: Cómo Realizar una Correcta Medición y Exposición en Tus Fotografías”.

La importancia de exponer correctamente

La sensibilidad ISO es uno de los 3 factores que definen la exposición de una fotografía. Los otros dos son la apertura del diafragma y la velocidad de obturación. Estos tres forman lo que es conocido como el triángulo de exposición.
Triangulo de exposición
Triangulo de exposición
Como te podrás imaginar, para poder mantener el ISO constante (lo más bajo posible) sin alterar el equilibrio del triángulo de exposición, deberás realizar una correcta medición de la luz disponible con el ISO que has fijado, de modo de ajustar la velocidad de obturación y la apertura del diafragma (profundidad de campo) que desees obtener.
La velocidad de obturación te permitirá trasmitir la sensación de movimiento o bien congelar completamente una escena. Mediante la profundidad de campo podrás desenfocar completamente un fondo (lograr un buen bokeh) o bien, obtener mucha profundidad de campo para fotografiar unos impactantes paisajes. Estos dos elementos, como te habrás dado cuenta, permiten agregar elementos compositivos en tus fotografías a diferencia de la sensibilidad ISO que únicamente te permitirá capturar escenas con escasa iluminación.
Puedes obtener fotografías con menor ruido utilizando una sensibilidad ISO más alta si realizas una correcta medición y exposición en tus fotografías que si escoges una sensibilidad ISO más baja pero la medición y exposición no es la correcta. Cuando debas corregir la exposición en el ordenador, terminaras por añadir más ruido en la foto que si desde el principio hubieras utilizado un ISO más alto pero con una correcta exposición.
Si quieres aprender todo lo necesario acerca de cómo medir y exponer correctamente tus fotografías no dejes de leer el siguiente artículo: “Guía Detallada: Cómo Realizar una Correcta Medición y Exposición en Tus Fotografías”.
Dedícate 5 minutos a analizar el siguiente gráfico:
Tómate tu tiempo para analizar el gráfico
Tómate tu tiempo para analizar el gráfico
La línea verde marca los valores para obtener una correcta exposición de una determinada fotografía. Si quieres obtener una menor profundidad de campo (mayor desenfoque) deberás de compensar la “extra de luz” que tu cámara captará aumentando la velocidad de obturación (Pasar de 1 a 2). Esto te sucederá si lo que quieres es congelar el movimiento.
Ahora bien, si lo que quieres es conseguir una mayor profundidad de campo (mayor nitidez) y continuar por sobre la línea verde que marca una correcta exposición para nuestra fotografía ficticia, deberás de compensar la falta de luz producto de cerrar el diafragma, disminuyendo la velocidad de obturación (Pasar de 1 a 3). De esta forma, no podrás congelar el movimiento pero, ganaras mucha profundidad de campo, muy útil por ejemplo, en la fotografía de paisajes.
Ahora bien, si quisieras lograr una correcta exposición pero manteniendo el diafragma muy cerrado de modo de obtener profundidad de campo (f/16) y, al mismo tiempo, utilizar una velocidad de 1/100, la única manera para que puedas lograr una correcta exposición es aumentando la sensibilidad ISO (ISO 800). La línea roja marca la nueva correcta exposición. (Pasar de 1 a 5).
Por el contrario, si con los mismos valores, desearas además utilizar una sensibilidad ISO muy baja, lo único que lograras es una fotografía sub expuesta (Pasar de 1 a 4).
Izquierda: ISO 1600 | Derecha: ISO 400
Izquierda: ISO 1600 | Derecha: ISO 400

¿Qué sensibilidad usar?

La tendencia a mantener la sensibilidad ISO lo más baja posible, es solo eso, una tendencia. Recuerda que la luz variará de una escena a otra por lo que, en cada una de ellas, deberás de realizar una buena medición y ajustar el valor ISO para que puedas obtener la fotografía que estás buscando.
Forzar una fotografía a utilizar una sensibilidad ISO muy baja, solo provocará que, al sub o sobre exponer tus fotos, al momento de editarlas termines por introducir aún más ruido que si hubieras ajustado un poco más alto el ISO. La clave para combatir el ruido es una correcta medición y exposición. ¡Nunca lo olvides!
El ruido no es todo
El ruido no es todo

Consejos para usar el ISO correctamente en tus fotografías

Ahora que ya has leído toda la teoría al respecto de la sensibilidad ISO, o bien toda la que puede llegar a interesarte en este momento de tu vida como fotógrafo, repasemos algunos trucos y consejos que te serán de mucha utilidad para llevar todo lo aprendido a la práctica:
  1. El ISO al mínimo posible: siempre intenta utilizar la sensibilidad ISO mínima posible, es decir, aquella que te permita tomar la fotografía que estás buscando y de acuerdo a la iluminación presente que te permita una exposición óptima. De este modo, mediante una correcta exposición y un ISO al mínimo posible, reducirás el ruido considerablemente.
  2. Evalúa todas las variables: antes de disponerte a subir la sensibilidad ISO, intenta ver de qué manera puedes llegar a evitarlo ajustando las otras dos variables que definen a la exposición: la profundidad de campo y la velocidad de obturación. No descartes la utilización de un trípode de ser necesario.
  3. No pierdas de vista la exposición: Siempre antes de disparar, recuerda medir correctamente la luz presente en una escena. Nunca renuncies a exponer correctamente solo “aumentando la sensibilidad ISO”. Puede parecerte una salida fácil aumentar el ISO, pero si te tomas el trabajo de exponer correctamente, la calidad de tus fotos aumentará considerablemente.
  4. No le temas al ruido: por más que trabajes para intentar minimizarlo no temas al ruido. En muchas situaciones te será imposible eliminarlo ya sea por la cámara que estés utilizando o por la escasa luz del ambiente. Nunca dejes de tomar una fotografía, aunque el ruido sea más de lo que quisieras, después de todo, en última instancia, podrás reducirlo luego con algún programa de edición en el ordenador.
  5. Siempre dispara en RAW: como acabo de comentarte, siempre podrás intentar reducir el ruido de tus fotografías utilizando algún programa de edición. Obtendrás mucho mejores resultados si trabajas directamente sobre los negativos digitales que si lo haces sobre el Jpg. El formato RAW guarda mucha más información ya que no está comprimido, lo que te permitirá recuperar muchísima más información que en Jpg. Puedes revisar todas las ventajas de disparar en RAW en el siguiente artículo: “7 Pruebas Gráficas de las Bondades de disparar en RAW”.
  6. No utilices el AUTO ISO: si bien casi todas las cámaras permiten configurar la opción de selección de ISO automático, no te recomiendo que lo utilices por dos motivos: el primero, porque tu cámara nunca tomará mejores decisiones que tú a la hora de elegir la mejor configuración posible y segundo, porque las cámaras están configuradas para medir la luz como si todo en la escena fuera gris neutro (un promedio de tonos claros y oscuros) por lo que al medir la sensibilidad a utilizar, también lo hará en promedio y en la mayoría de los casos termina por desperdiciar mucho potencial de tu sensor para capturar todos los tonos que es capaz, tanto oscuros como claros.
  7. Nunca sub expongas: como te comente anteriormente, es preferible elevar la sensibilidad ISO y generar un poco más de ruido que utilizar un ISO más bajo y luego corregir la exposición en el ordenador. Por más buenos que sean los programas de edición, siempre generaran ruido si la toma no ha sido correctamente expuesta, por ello, expone correctamente y siempre hacia los tonos más claros.
  8. Define tu tolerancia al ruido (y la de tu cámara): más allá de toda la información que puedas obtener leyendo este articulo y otros artículos publicados a lo largo y ancho de Internet, el que define el ISO óptimo eres tú. Debes de plantearte dos cosas: ¿Cuál es el ruido máximo que estás dispuesto a tolerar? y ¿Conoces cómo trabaja tu cámara a distintas sensibilidades? La clave para dominar la sensibilidad ISO la tienes tu: realiza todas las pruebas posibles con tu cámara de modo de que conozcas como trabaja y como procesa el ruido. Una vez hecho esto, estarás en condiciones de conocer cuál es el ISO óptimo con el cual intentaras trabajar en cada una de tus tomas.
El ruido lo defines tú
El ruido lo defines tú
Como siempre, la clave de todo en fotografía eres tú: tú tomas las decisiones, tú planeas las tomas, tú defines la composición, defines que es lo tolerable y que no. Tú eres el dueño de tu propia creatividad. La clave del éxito en la fotografía, siempre eres tú.

Para terminar, derribemos un mito:

No creas que porque el sensor de tu cámara es pequeño, no podrás obtener fotografías espectaculares sin mucho ruido. Los sensores pequeños no son más ruidosos, o si, pero no porque no sean capaces de lograr fotografías sin ruido sino porque la sensibilidad ISO que el fabricante les asigna en realidad no es tal.
¿Qué quiero decir con esto? Recuerdas que te comente que el ISO era un estándar, bueno, todas las cámaras sin importar su tamaño y tipo de sensor trabajan con el mismo estándar a pesar de que no es válido: comparar el ISO 800 de una cámara Full Frame con el ISO 800 de una cámara con sensor APS-C es tan válido como comparar peras con bananas.
“Los sensores pequeños tienen un nivel de ruido similar a uno más grande ante la misma cantidad de luz”
Hagamos unos cálculos:
El factor de recorte de un sensor APS-C Nikon por ejemplo es de 1.5 respecto de su par Full Frame. Es decir, que el sensor Full Frame Nikon es 1.5 veces más grande que en una cámara APS-C. Este factor de recorte es muy conocido ya que se aplica generalmente para calcular la distancia focal efectiva de un objetivo.
Un objetivo de 200mm en una Full Frame, equivale a una distancia focal efectiva en una cámara Nikon con un sensor de tamaño APS-C de 300 mm (200*1.5=300).
Ahora bien, este factor de recorte, no solo hay que utilizarlo para calcular la distancia focal equivalente sino que además, hay que utilizarlo para calcular también, la sensibilidad ISO efectiva equivalente.
Una sensibilidad ISO de 800 en una Full Frame Nikon, equivale a un ISO de 350 en una APS-C. Si tomas una fotografía tanto en una Full Frame como en una APS-C con dichos valores de ISO configurados, el nivel de ruido será el mismo ante una misma cantidad de luz en la escena.
ISO en APS-C * Factor de recorte (1.5) ²
Comparar el ISO 800 de una Full Frame que es el estándar contra un ISO 800 de una APS-C es literalmente comprar peras con manzanas.
A igual cantidad de luz y utilizando sensibilidades ISO equivalentes, no importa el tamaño del sensor, la cantidad de ruido será la misma. Es por ello que los sensores más pequeños parecen más ruidosos, aunque en realidad no lo son, solo que la sensibilidad ISO de una y otra debe ser convertida para ser comparable.
Cuidado con los estándares a la hora de comprar valores entre cámaras
Cuidado con los estándares a la hora de comparar valores entre cámaras

 7) Estabilizadores de imagen:


¿En la cámara o en el objetivo?

Como venía diciendo, hay cámaras que traen el estabilizador integrado en el cuerpo de la misma. La ventaja que eso nos ofrece es que no nos tenemos que preocupar de buscar un objetivo que lo tenga, pues ya lo tiene la cámara. Además, los objetivos sin estabilizador resultan algo más económicos. Marcas como Sony o Pentax tienen el estabilizador en el cuerpo de la cámara.
El otro tipo de estabilizadores lo encontramos en el objetivo. Ello nos ocasiona un dilema a la hora de querer comprar un nuevo objetivo: ¿compramos uno con estabilizador, más caro, o sin estabilizador y por lo tanto más asequible? Marcas que lo tienen en el objetivo son por ejemplo Nikon (abreviado VR) y Canon (IS).
Lo cierto es que, dicen, los estabilizadores en objetivo funcionan y ESTABILIZAN mejor que los estabilizadores en cuerpo de cámara. No está demostrado, porque es difícil de medir, pero yo sólo te transmito lo que se comenta para que lo tengas en cuenta

¿Siempre es necesario un estabilizador?

No. Pero hay situaciones más propensas a que la foto resulte borrosa y movida: por ejemplo si es una foto con poca iluminación, lo más seguro es que necesitemos de la ayuda de un estabilizador. También si estamos disparando a distancias focales largas como por ejemplo 100 ó 200mm, suele ser conveniente activar el estabilizador. En cambio disparar a 18mm ó 25mm generalmente no suele requerir de estabilizador ya que hay menos posibilidades de que la foto salga borrosa. Recuerda, a mayor distancia focal, más posibilidad de foto movida.
En otras palabras, tener un estabilizador en un objetivo 18-55mm no sería mala idea, pero tenerlo en un 70-300mm sería imprescindible.

¿Siempre es bueno usar estabilizador?

No. Intenta que la cámara o el objetivo tenga la función de estabilizador para que así lo uses cuando consideres necesario, pero no lo dejes activado siempre. Mi consejo es que utilices el estabilizador cuando realmente te sea necesario. Si empiezas una sesión de fotos y ninguna foto te sale borrosa ¿por qué encenderlo? Existe la leyenda urbana que dice que el estabilizador de imagen corrige la foto y ayuda a evitar/esconder el movimiento pero a cambio nos resta un poco de calidad a la imagen. Así que cuidado.

 8) Medición y exposición:


Exposición

Exponer es la acción mediante la cual permites que una determinada escena se imprima, es decir sea capturada por un material sensible. En la fotografía analógica, el material sensible es la película y en la fotografía digital, el sensor.
Al contrario de lo que pueda parecerte, la exposición no es el tiempo que la fotografía se expone a la luz: el tiempo es solo una de las tres variables controlan la entrada de luz al plano focal (sensor) para lograr una correcta exposición:
1. Sensibilidad ISO: indica la cantidad de luz necesaria para poder tomar una fotografía: cuanta mayor luz haya en la escena, menor será el valor ISO necesario y viceversa. En la fotografía analógica para cambiar la sensibilidad ISO había que cambiar de película, pero en la era digital, es posible ajustarla desde el menú.
Tal como te comente en el artículo “24 formas de conseguir fotos super nítidas”, si elevas demasiado la sensibilidad ISO, tus fotografías tendrán mayor ruido, menor nitidez y por lo tanto menor calidad. Utiliza valores ISO altos solo cuando no te quede otra alternativa, es decir, cuando no puedas lograr una correcta exposición compensando la “falta de luz” producto de utilizar un ISO bajo mediante las otras dos variables: disminuyendo la velocidad de obturación o abriendo el diafragma.
2. Apertura de diafragma: el diafragma es un dispositivo que se encuentra dentro del objetivo de tu cámara y que permite controlar la cantidad de luz que llega al plano focal (sensor), junto con la velocidad de obturación, y al mismo tiempo, regular la profundidad de campo de la fotografía, es decir, que saldrá en foco y que no.
Cuanto más cierres el diafragma (f/16), mayor profundidad de campo obtendrás en tus fotografías (mayor nitidez) pero menor luz llegada hasta el sensor, debiendo compensar la falta de esta o aumentando la sensibilidad ISO o bien disminuyendo la velocidad de obturación. Cuanto más lo abras (f/1,8), menor será la profundidad de campo (mayor desenfoque o bokeh) y más luz llegará al sensor, pudiendo utilizar valores ISO más bajos y velocidades de obturación más rápidas.
3. Velocidad de obturación: es el tiempo que el obturador permanece abierto permitiendo que la luz llegue hasta el sensor. Cuanto mayor sea la velocidad de obturación (1/1000), menor será la luz que llegue al sensor, y cuanto menor sea la velocidad (1”), mayor será la luz que logre atravesar el obturador.
Ajustando la velocidad de obturación no solo lograras fotografías más claras o más oscuras, sino que además podrás trasmitir la sensación de movimiento utilizando velocidades muy lentas o bien mediante velocidades muy rápidas, serás capaz de congelar completamente una escena.
Paisaje durante el atardecer
Paisaje durante el atardecer

¿Cómo logras equilibrar las 3 variables de la exposición?
Una excelente herramienta que te ayudara a lograr fotografías correctamente expuestas es la llamada “reciprocidad” que no es más ni menos que una regla con la cual obtendrás una misma exposición (fotografía) con distintas combinaciones de velocidad, apertura y sensibilidad ISO. No, no entres en pánico aun! Aquí te la explico:
Ley de Reciprocidad: las 3 variables para lograr una correcta exposición no tienen una combinación única, sino que puedes ajustar cada una de estas de modo diferente y lograr exactamente la misma exposición.
Observa la siguiente imagen: en la misma podrás ver distintas combinaciones de apertura de diafragma y velocidad de obturación que darán como resultado una misma exposición, es decir, la misma fotografía ni más ni menos expuesta, igual.
Cómo Equilibrar las Variables de Exposición
Cómo Equilibrar las Variables de Exposición

Una forma muy sencilla de obtener la misma exposición con distintas combinaciones de ISO, velocidad y diafragma es haciendo “dobles y mitades”. ¿Qué quiere decir esto? Es muy sencillo presta atención:
Si dejas la apertura del diafragma fija, puedes obtener una misma exposición modificando tanto la sensibilidad ISO y la velocidad de obturación de la siguiente manera:
ISO y Velocidad de Obturación
La exposición en todos los casos será la misma: si duplicas la sensibilidad ISO, para lograr la misma exposición podrás aumentar la velocidad al doble y aun conservar la misma exposición en tu fotografía.
Lo mismo ocurre si fijas la sensibilidad ISO y modificas la velocidad y la abertura del diafragma:
Apertura y Velocidad de Obturación
En todas las combinaciones obtendrás, nuevamente, la misma exposición. Fíjate que esta vez la relación entre ambas es inversa: al cerrar el diafragma deberás de disminuir la velocidad de modo de lograr compensar la entrada de luz al sensor.
La última relación que queda por ver es fijando la velocidad de obturación, obtener la misma exposición modificando la sensibilidad ISO y la abertura del diafragma, para obtener la misma fotografía final.
Apertura e ISO
La ley de reciprocidad es extremadamente útil: con ella podrás ajustar los parámetros de la toma a realizar de una manera más consiente y controlada sacándole el máximo provecho al poder de tu cámara.
La clave para que puedas entender a la perfección como funciona es tomando tu cámara y haciendo tú mismo las pruebas con cualquier objeto que tengas a mano. Toma cualquier de los ejemplos que te comente anteriormente y ponte a sacar fotos.
¿Cuándo una fotografía está correctamente expuesta?
Una fotografía está correctamente expuesta cuando el sensor es capaz de capturar la mayor cantidad de información (luz) y tonos (rango dinámico) que su capacidad le permite. Imagínate que tienes una cámara capaz de tomar fotos en una resolución de 18 mega pixeles, pero tú disparas solo en 8: estarías desperdiciando el potencial de tu cámara para trabajar con mejores resoluciones.
Lo mismo ocurre con la luz: si tu cámara es capaz de capturar mucha más luz de la que tú, ajustando las 3 variables de la exposición le permites, estarás desperdiciando muchísima información que el sensor es capaz de capturar, pero que tu estas dejando afuera.
3 Exposiciones
3 Exposiciones

La fotografía del medio está correctamente expuesta, quizás no sea el resultado final que quieres para la misma, pero se logró aprovechar casi la totalidad de la capacidad del sensor para registrar luz, es decir, se aprovechó al máximo su rango dinámico. Una vez hayas logrado una correcta exposición, podrás editarla* en el ordenador sin perder calidad.
Si sobre o sub expones tus fotografías, estarás sacrificando muchísima información valiosa, que no podrás recuperar luego mediante la edición, por lo que si una vez en el ordenador quieres “aclarar” o “oscurecer” las fotografías, les restaras mucha calidad ya que el ordenador tendrá que “inventar” información donde no la hay.
*editar es solo ajustar ciertos parámetros como la exposición, la luminancia y las sombras en el ordenador a diferencia del retoque en donde se modifica directamente la escena alterando la misma.
Fotografía de una fotografía
Fotografía de una fotografía

Lograr una correcta exposición te será más fácil si aprovechas las siguientes herramientas que tienes al alcance de tus dedos (en tu cámara):
Exposímetro
• Exposímetro: es el encargado de medir la “cantidad de luz” necesaria para que una fotografía salga expuesta de manera correcta. Una vez recibe la luz reflejada por todos los elementos de la escena, calcula un valor promedio de los todos los tonos, claros y oscuros, y ajusta los valores de velocidad, apertura y sensibilidad ISO para poder obtener una fotografía correctamente expuesta (esto no es tan así pero lo entenderás luego).
En los modos automáticos o semi automáticos resulta fundamental ya que es la cámara quien decide cuales son los parámetros de exposición correctos para cada toma, en cambio sí disparas en modo manual, podrás utilizarlo para medir la luz de la escena y ajustar estos parámetros tú mismo.
Su uso es muy sencillo: mediante el signo “+” o “-“ te indicara si la escena se encuentra sobre o sub expuesta respectivamente.
• Histograma: es un gráfico que muestra cómo están distribuidos todos los tonos de una fotografía, ya sean grises o no (colores RGB: azul, rojo y verde) de acuerdo al rango dinámico que es capaz de captar tu cámara.
En este podrás observar que cantidad de pixeles claros, medios y oscuros hay en tus fotografías, es decir, como está expuesta la misma. Una fotografía está correctamente expuesta cuando se aprovecha al máximo la capacidad de su sensor para captar tonos y esto es cuando, no solo no quedan partes fuera del rango que es capaz de captar tu cámara, sino que también cuando el histograma esta lo más “derecheado” posible, es decir, lo más pegado al borde derecho posible.
En la era digital de la fotografía, cuantos más tonos claros logres capturar (histograma más orientado a la derecha posible) menor pérdida de calidad sufrirán tus fotografías, incluso luego de la edición.
Histograma
Histograma

Consulta el manual de tu cámara para conocer cómo visualizar el histograma una vez tomadas tus fotografías, o bien, si es que tu cámara lo permite, visualizarlo en vivo a través de la pantalla o “live view” al momento de realizar tus tomas.
Paso a paso para una correcta exposición:
Para una exposición correcta
Para una exposición correcta

Si bien cada fotógrafo tiene su método para lograr una exposición correcta, es probable que al principio te sientas un poco perdido y no sepas por donde comenzar. Es normal que te sientas un poco abrumado, nadie nació sabiendo. A continuación te dejo un paso a paso para que puedas utilizarlo como guía hasta que te vuelvas un maestro en ello:
  1. Selecciona el modo de tu cámara en Manual.
  2. En el menú de tu cámara selecciona el área de medición de la luz en puntual.
  3. Ajusta el valor ISO de acuerdo a como tu cámara procese el ruido y a tu tolerancia a este.
  4. Ajusta el diafragma o la velocidad de obturación de acuerdo al tipo de fotografía que quieras lograr: dinámica o estática. Si vas a fotografiar un paisaje, ajusta el diafragma de modo de obtener mayor profundidad de campo y que la foto salga lo más nítida y en foco posible.
  5. Para ajustar el valor de exposición que te falte, debes realizar una medición del tono más claro de la escena.
  6. Una vez tomada tu fotografía, échale un vistazo a como ha quedado en la pantalla de tu cámara pero en el modo “histograma”. En este podrás ver cómo han quedado los todos claros y oscuros distribuidos en tu fotografía.
¿Por qué no utilizar los modos predefinidos por tu cámara?
Todas las cámaras de fotos vienen equipadas con lo que se conoce como “fotómetro”, que es el encargado de “medir la cantidad de luz” en las escenas que vas a fotografiar. Este fotómetro capta la luz que es reflejada por los objetos hacia la cámara y mide su intensidad de modo de ajustar automáticamente la exposición para la toma, si utilizas los modos predefinidos.
El problema comienza aquí: dicho fotómetro esta calibrado para capturar la luz de una escena como si todos los objetos de esta fueran “GRIS MEDIO”, que es algo así como un promedio entre los tonos claros y oscuros que pueden presentarse en una escena.
Más allá que el exposímetro de tu cámara te indique que la exposición es la correcta puede que, en situaciones muy claras o muy oscuras, te indique que la fotografía este sobre o sub expuesta cuando en realidad no lo está.
Otro problema aun mayor que el anterior es que, el fotómetro de tu cámara al tomar todos los colores como gris neutro, tiende a centrar la posición del histograma, desperdiciando así mucha información y no utilizando el máximo potencial de tu cámara.
Intenta fotografiar una hoja blanca en un modo automático o semiautomático y veras que esta sale más bien gris en vez de blanca. Esto solo podrás corregirlo, o bien con posproducción pero le bajaras la calidad a la imagen, o bien realizando una correcta exposición en modo manual.
El Gris Medio
El Gris Medio

Modos Prioridad de Apertura y Manual
Las líneas punteadas de la imagen anterior marcan en el histograma la capacidad del sensor (rango dinámico) que ha sido desaprovechada por no realizar una exposición que pueda aprovechar toda la capacidad de este para captar tonos en una escena.
De todos modos, si cuentas con una cámara compacta digital donde puedes visualizar en la pantalla como quedara exactamente la fotografía antes de realizar la toma, la diferencia entre las mediciones de los modos automáticos y la que puedas llegar a realizar tú en el modo manual serán muy similares. Solo en ciertos casos lograras mejorar la medición que realiza la cámara tú mismo, de hecho, en muchas cámaras de este tipo, no es posible ajustar los parámetros de exposición manualmente.

Primero medir, luego exponer

La clave para lograr una correcta exposición es, realizar una buena medición de la cantidad de luz en la escena y una vez hecho esto, exponer para los tonos más claros. ¿Qué quiere decir esto? Sigue leyendo y lo entenderás.

Medición

La medición es, como su nombre lo indica, el proceso que debes llevar a cabo para medir la “cantidad de luz” que tiene una determinada escena de modo de poder lograr una correcta exposición, es decir que no quede sobre expuesta (quemada) o subexpuesta (oscura).
Esto quiere decir que, siempre que te dispones a tomar una fotografía, debes de medir la cantidad de luz que es reflejada por los objetos para poder ajustar los parámetros para una correcta exposición: apertura del diafragma, velocidad de obturación y sensibilidad ISO y lograr así, aprovechar al máximo el rango dinámico de tu cámara y por ende maximizar el potencial de esta para captar información.
No ajustar correctamente los parámetros significará tener que forzar posteriormente en el procesado con una consecuente pérdida de calidad o incluso una irreparable pérdida de datos:
  • Si tu foto ha quedado subexpuesta, cuando en el ordenador intentes “aclararla” generaras ruido, bajando la calidad de la imagen. En el histograma veras que hay una gran proporción de información que ha quedado fuera de lo que tu cámara es capaz de capturar (su rango dinámico). Hay una gran porción de datos que hay quedado fuera de la exposición, perdiendo detalles en los tonos oscuros.
Para las fotos subexpuestas
  • Si tu foto te ha quedado sobreexpuesta, es decir que has perdido detalle en los tonos más claros, y luego intentas corregirla en el post procesado, el ordenador deberá de inventar información donde no la hay ya que los pixeles, quedaron totalmente blancos, perdiendo nuevamente calidad. El histograma quedara más orientado hacia la derecha y una gran proporción de datos que tu cámara hubiera podido aprovechar, han quedado fuera de la exposición. Esto es conocido como “área quemada”, es decir sin detalle en los blancos.
    Para las fotos sobrexpuestas
¿Cómo me mide la luz:?
  • Con el exposímetro de la cámara: es el método más común y utilizado por la mayoría de los fotógrafos sean conscientes de ello o no. Aunque no lo notes el fotómetro de tu cámara está constantemente calculando la cantidad de luz de la escena que es reflejada hacia el sensor de modo de proporcionarte información para que puedas ajustar la exposición de la toma o bien para ajustarla automáticamente si es que disparas en modos automáticos o semi automáticos. Recuerda que el exposímetro de tu cámara esta calibrado para un “gris neutro” por lo que no te brindara la mejor exposición posible de lograr en una toma.
Cómo se mide la luz
  • Con un fotómetro de mano (incidente o reflejada): los fotómetros de mano son utilizados por los fotógrafos profesionales, en su mayoría, para medir tanto la luz que incide en un determinado objeto como así también la que este refleja hacia la cámara. Trabajar con ellos supone mayor tiempo disponible para planear la escena, medir las luces de toda la escena y promediar las mediciones más claras y más oscuras de modo de obtener una exposición correcta en ambos tonos.
Fotómetro
Fotómetro

Modos de medición de la luz
Como ya te habrás dado cuenta, la mejor forma de aprovechar todo el potencial que tienes en tus manos (tu cámara) y en tus ojos (tú mismo) debes de medir la luz en tus fotografías tú mismo.
No importa cuán moderna sea tu cámara, todas tienen el mismo inconveniente a la hora de utilizar los modos automáticos: no pueden adivinar cuál es el modo más adecuado para la fotografía que quieres tomar, eso lo debes hacer tu mismo.
Tu cámara trae distintos modos para poder realizar la medición de la luz en una escena, pero como anteriormente Mario publicó el artículo “Ejemplos de modos de medición de luz en fotografía” en donde explica cómo y cuándo utilizar cada uno de estos modos, te recomiendo que antes de salir a practicar le eches un vistazo.
A modo de resumen aquí te explico brevemente cada uno de ellos:
  • Medición matricial o evaluativa: mide la luz de toda la escena en su conjunto e intenta lograr una exposición para todos los tonos presentes en ella.
  • Medición evaluativa parcial: funciona de la misma manera que la matricial, pero en este caso la medición de la luz solo se realiza en la zona central de la fotografía.
  • Medición puntual: este es el modo que más te recomiendo utilizar ya que con el, como solo utiliza un punto que suele ser el central (en algunas cámaras puedes modificarlo a tu gusto) para medir la luz, podrás realizar las mediciones tú mismo de acuerdo a los tonos que quieras o no resaltar en tus fotografías.
¿Cómo llevarla a cabo?
Como te dije anteriormente, hay muchas situaciones en las que el fotómetro de tu cámara te indicará que la fotografía está correctamente expuesta cuando en realidad no lo está (recuerda el ejemplo de la hoja en blanco anterior).
La clave para realizar una buena medición es “exponer para los tonos más claros” es decir, medir la cantidad de luz de la zona más clara en la escena a fotografiar y ajustar los valores de exposición para que esa zona salga lo más clara posible (más a la derecha del histograma): si el tono más claro de la escena no se sobreexpone, es decir no queda quemado, te aseguraras que todos los tonos más oscuros que este quedaran con detalle, aprovechando al máximo el rango dinámico.
Te estarás preguntando: ¿Cómo lo hago si no puedo confiar en el exposímetro de la cámara? Es cierto que no puedes confiar siempre en el indicador de exposición de tu cámara ya que como vimos anteriormente, no aprovecha al máximo la capacidad de tu sensor y puede que te indique que hay sobre o sub exposición cuando en realidad no la hay.
Lo que debes de conocer es el límite de sobre exposición de tu cámara: realiza varias pruebas fotografiando objetos muy claros de modo de conocer hasta donde tu cámara es capaz de captar detalle en los tonos más claros. No importa que tu cámara te indique que la fotografía saldrá sobre expuesta ya que cuando observes el histograma notaras que no ha quedado área por fuera del gráfico. Una vez que conozcas hasta dónde eres capaz de sobreexponer sin perder detalle, estarás listo para realizar las mediciones en tus fotografías.
Puedes valerte tanto del histograma, como así también del modo “zonas destacadas” al momento de revisar la fotografía. Este modo te mostrara tu foto en la pantalla de tu cámara y te indicará que áreas han quedado “quemadas” mediante un parpadeo. Intenta minimizar estas zonas.
Ahora sí: el Paso a paso
  1. Ajusta tu cámara en modo de disparo manual.
  2. Configura el modo de medición de la luz en el modo “puntual”.
  3. Busca el tono más claro en toda la escena que te dispones a fotografiar.
  4. Realiza la medición de tu fotografía en ese punto.
  5. Configura los parámetros de la exposición de acuerdo a cuál es la estética que quieres darle a tu fotografía, siempre intentando mantener la sensibilidad ISO en el valor lo más bajo posible de modo de no perder calidad producto del ruido.
  6. Realiza el disparo y captura la foto.
Zonas de exposición
La medición se ha realizado de modo puntal en las franjas blancas de la remera del pequeño niño (1).

De esta manera habrás logrado mantener al máximo el nivel de información en cada una de tus fotografías. Si aún no estas conforme con el resultado, puedes, en el procesado, oscurecerla hasta obtener la fotografía deseada pero minimizando la pérdida de calidad.
Por si no te ha quedado claro al leerlo, puedes ver el siguiente vídeo, uno de los tantos que podrás encontrar en internet, donde explican como realizar una correcta medición de una manera sencilla y sintética:
El artículo de hoy puede parecerte más complicado de lo que realmente es. La clave para poder entenderlo bien es tener tu cámara a mano e ir realizando las pruebas tú mismo.
https://www.youtube.com/watch?v=mzLeibYGsj0
 9) Bracketing (u horquillado):

El Bracketing u Horquillado ¿Qué es?

El bracketing no es más que la toma de varias fotografías de idéntica composición y encuadre, pero variando un parámetro, que puede ser exposición, enfoque, balance de blancos, flash o ISO.

¿Para qué se utiliza?

Cuando no somos capaces (más bien nuestro equipo) de captar con exactitud todos los ajustes correctos de exposición, foco o balance de blancos, realizamos varias tomas variando ligeramente el parámetro que nos interesa ajustar.
El más común es el de exposición para esas escenas de alto contraste (con mucha diferencia lumínica entre luces y sombras) en las que a menudo tenemos que “sacrificar” bien las luces o bien las sombras.
A través del horquillado, tendrás varias tomas de la misma escena con diferentes valores. De estas tomas, podrás:
  1. Escoger a posteriori la que más se asemeje a los resultados que esperabas.
  2. Unir las imágenes para “sumar” la información a través de un software concreto-especializado y obtener así una imagen más “completa” con unos valores correctos en cada zona de la imagen.
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Fotografía realizada a través de un horquillado de exposición

Tipos de Bracketing u Horquillado

Como ya he comentado anteriormente, el más conocido es del de exposición, y también es al que nos referimos la mayoría de veces que lo encontramos escrito por ahí. En las cámaras réflex se suele poder acceder mediante un botón externo BKT (Bracketing) o dentro del menú. Si no tienes la opción, recuerda que puedes hacerlo siempre manual variando los diferentes parámetros.

Bracketing u Horquillado de exposición

Muchas cámaras cuentan con un sistema automático que permite la toma de varias fotografías simultáneas a distintos valores de exposición. Normalmente la cámara realiza una toma con el valor de exposición “correcto” (que no lo es tanto por la dificultad de la escena), otra ligeramente subexpuesta, y otra ligeramente sobreexpuesta; en total tres imágenes.
Si no dispones de esta configuración, deberás realizar estos ajustes “ a mano”, eso sí, para este tipo de técnica necesitarás, o por lo menos es muy recomendable, un trípode para no variar el encuadre de la escena. Si no quieres variar la profundidad de campo, lo ideal es que ajustes la velocidad de la escena y no el diafragma.
Aplicaciones: Para el ya archiconocido HDR (High Dynamic Range) que tiene tantos amantes como detractores pero que por lo menos una vez, tienes que probar ;-). Este artículo resolverá todas tus dudas al respecto, mediante la utilización de un programa muy sencillo: Photomatix Pro.
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Técnica de HDR

Bracketing u Horquillado de enfoque

Cuando necesitas aumentar la profundidad de campo pero a través de las técnicas habituales no puedes (modificando el diafragma), también puedes recurrir al bracketing de enfoque. Con la misma idea que el de exposición, a través de diferentes tomas con el foco en diferentes zonas de la imagen, puedes conseguir aumentar de forma sustancial la profundidad de campo de tu imagen uniéndolas a posteriori con un programa de edición como Photoshop o Helicon Remote.
Aplicaciones: Si hasta ahora no me seguías demasiado, ahora lo harás Se utiliza sobretodo para fotografía macro. Tienes en mente esas escenas de pequeños insectos o pétalos u objetos agrandados a escalas imposibles, ¿Verdad? Recuerdas lo limitada de la zona enfocada de la imagen? Bien, no es por placer, es algo muy asociado a este tipo de fotografía.
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Bracketing de enfoque en fotografía macro

Bracketing u horquillado de flash

En combinación con luz natural, no basada sólo en el flash, sino éste como flash de relleno, se trata de ajustar el mismo con diferentes valores de potencia para obtener el mejor resultado posible.

Bracketing u horquillado de balance de blancos

Si disparas en RAW, puedes pasar al siguiente punto ya que lo podrás hacer en el post-procesado con sólo mover Si no, sigue leyendo. Se trata de tomar diferentes tomas variando en cada una de ellas el balance de blancos escogido. ¿Para qué? Pues por que muchas veces es difícil ver en el momento de tomar la fotografía qué balance de blancos es mejor en ese momento. Lo mejor es probar un par de opciones lógicas (si estás bajo un fluorescente no tiene mucho sentido que utilices el de luz de día, por ejemplo ) para obtener el mejor resultado. Como ves, el horquillado no sólo tiene como fin en sí mismo unificar las diferentes imágenes a través de un software específico, sino que en ocasiones se basa en, a través de varias “pruebas”, poder escoger los valores más correctos para cada ocasión.

Bracketing u horquillado de ISO

Cuando necesites mantener los valores de exposición de velocidad y apertura, puedes variar los valores ISO, teniendo en cuenta que variará el ruido de la imagen de una configuración de ISO a otra. Aunque si la diferencia es de pocos pasos, será prácticamente inapreciable, debes tenerlo en cuenta sobretodo cuando trabajes con ISO elevada (Más ISO más ruido).
¿Ves cómo esas (terribles-extrañas-impronunciables-imposibles-de-retener) palabras que de vez en cuando aparecen en el arduo camino del fotógrafo aficionado-autodidacta en realidad no son nada? Mientras entiendas los conceptos, puedes llamarlo bracketing, horquillado, o “hago unas cuantas fotos iguales variando sólo uno de los parámetros de la toma en función de si lo que necesito es una exposición más exacta de todas las partes de la escena, o más foco…”

 10) Histograma:

¿Qué es el histograma?

Un histograma es una gráfica de barras utilizada en estadística que nos muestra la frecuencia con la que se repiten determinados valores.
En un histograma se combinan dos variables, una para cada eje. En el caso que nos ocupa, el de la fotografía, en el eje vertical encontramos la “cantidad” de píxeles. En el eje horizontal, encontramos los valores de luminosidad. Es decir, por cada una de las columnas del gráfico obtenemos información sobre su luminosidad (claro u oscuro) y sobre la cantidad de píxeles que tienen esta cualidad.
Histograma
Una imagen y su histograma

¿Para qué se utiliza?

El histograma es la mejor ayuda que la misma cámara te proporcionará para saber si tu exposición es correcta en el mismo instante en el que tomes tu fotografía.
Empieza a olvidarte de analizar tus imágenes sólo observándolas a través de la pantalla, ya que este método es poco fiable; depende de la luz ambiente, de la calidad de la pantalla, y de su propia luminosidad. No esperes a llegar a casa para cerciorarte de que a tu imagen le faltaban un par de puntos de luz; si quieres partir de una imagen bien expuesta, siempre, siempre, debes utilizar el histograma para “leer” la luz de tu imagen.
Histograma

¿Cómo se lee un histograma?

Ya hemos dicho que el eje horizontal nos muestra la luminosidad de la imagen. Si nos centramos en el eje horizontal, podemos dividirlo en tres zonas imaginarias. La zona situada a la izquierda del histograma, nos informa sobre las sombras de la imagen. La zona central, nos informa sobre las zonas de luminosidad media, y la zona derecha, sobre las zonas de luces.
Hay tantos histogramas como imágenes, por lo que es complicado generalizar ya que el histograma es como una huella digital de cada una de las imágenes que obtenemos. No obstante, de forma general, podemos afirmar que:
  • Un histograma sin información en la zona de sombras ni en la zona media, que aglutina toda la información en la zona derecha de la imagen (luces), es muy probable que esté sobreexpuesta. Suele reflejar no sólo la información en la parte derecha, sino también una cantidad de píxeles (picos) elevados en la zona más derecha de la imagen, pareciendo que estos fueran a salirse de la gráfica.
Sobreexpuesto
Histograma de una imagen sobre-expuesta
  • Un histograma que acumule la información en la zona de sombras (izquierda), con poca o ninguna información en la zona media y la zona de luces, es muy probable que sea demasiado oscura; subexpuesta. Igual que en los histogramas sobreexpuestos, la información suele acumularse en forma de picos en la zona izquierda, pareciendo que estos fueran a “salirse” de la gráfica.
subexpuesto
Histograma de una imagen subexpuesta
  • Un histograma con toda la información acumulada en una misma zona, nos habla de una imagen con poco contraste. Tanto si la información lumínica se concentra a la derecha, a la izquierda, o en la zona media. Ya sabes que el contraste lumínico se da por la diferencia entre luces y sombras en una imagen, por lo que si ésta carece de diferenciación entre luces y sombras, la imagen resultante se conoce como una imagen de bajo contraste.
  • Un histograma con la información acumulada en los extremos de la gráfica (en las luces y en las sombras) y con poca o ninguna información en la zona de luces medias, es un histograma de alto contraste, ya que la diferencia entre luces y sombras es elevada, por ejemplo una imagen a contraluz, daría un histograma parecido al que planteamos.
  • Un histograma con varios picos, nos muestra una escena donde determinados tonos con información distinta al valor predominante cobran relevancia. Por ejemplo, pongamos un paisaje desértico de un tono generalizado homogéneo pero en el que aparecen unos tuaregs vestidos de diferentes colores en medio del paisaje. Este escenario, probablemente nos dejaría un histograma donde los picos serían esa información lumínica “diferente” del tono general de la imagen. 

Ejemplos de lectura de un histograma típico

Para ilustrarte el concepto aquí te traemos 3 ejemplos de 3 fotografías parecidas pero con distintas exposiciones. Fíjate cómo el dibujo del histograma cambia y se va colocando a la derecha, en el centro o a la izquierda en función de si ña foto está sobreexpuesta, correctamente expuesta o subexpuesta respectivamente.
Exposición correcta
Exposición correcta
Histograma de una Exposición correcta
Histograma de una Exposición correcta
Subexpuesta
Subexpuesta

Histograma de una imagen Subexpuesta
Histograma de una imagen Subexpuesta

Sobreexpuesta
Sobreexpuesta

Histograma de una imagen Sobreexpuesta
Histograma de una imagen Sobreexpuesta

Ojo con las excepciones… que son muchas

Ya he comentado que el histograma y su lectura es como la huella digital de una imagen, es decir, cada imagen tiene su histograma “único”.
Suele decirse que una exposición correcta es la que nos muestra un histograma con información en cada uno de sus parámetros lumínicos, desde las luces hasta las sombras, y con los valores (píxeles) bien repartidos por todo el eje, ya que así se considera que la imagen posee el mayor rango dinámico; es decir, la mayor información tonal posible.
  • Ahora bien, imagina un paisaje nevado a plena luz del día. ¿Crees que una exposición que “derechea” en el histograma nos indica que hemos sobreexpuesto demasiado? En este caso, donde en la propia imagen no hay sombras, el histograma no puede reflejar sombras, si no hay tonos medios, tampoco puede reflejar tonos medios por lo que, es probable, que el histograma de esta imagen sea simplemente así; la información está a la derecha por que la escena que tenemos delante es simplemente así.
Pongamos otro ejemplo:
  • Un histograma que refleja un paisaje al atardecer. Éste nos muestra toda la información acumulada en la zona izquierda del histograma, la de sombras. Pero pongamos que hay unas interesantes nubes blancas en el horizonte. En este histograma, esas nubes no quedan reflejadas en la zona de luces como les correspondería (ya que son luminosas o claras), así que es muy probable que a tu imagen le falte luz, es decir, que esté subexpuesta.
Como puedes ver, no hay una norma, pero a medida que lo vayas utilizando, con práctica y por lógica aprenderás a saber cómo interpretar sus resultados en cada ocasión.
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Imagen con un “buen” rango dinámico o información en todas las luces

Por dónde empezar

Empieza por configurar tu cámara para que te muestre el histograma después de cada toma junto con la pre-visualización de tu imagen. Me atrevería a decir que todas las cámaras réflex digitales cuentan con esta opción, e incluso muchas compactas.
Una vez la tengas configurada, acostúmbrate a analizar la imagen tras cada fotografía. Al principio puede que te cueste interpretar según qué escena, pero poco a poco, aprenderás a leer el histograma de forma ágil y efectiva y conseguirás imágenes ajustadas y con una exposición correcta, evitarás las típicas escenas en la que el fotómetro de la cámara decida por ti de forma errónea, etcétera.
Cuanto más conozcas tu equipo y sus posibilidades, cuanto más decidas tú y menos tu cámara, mejores imágenes obtendrás .

11) Fotografiar en RAW:


Qué es el formato RAW

RAW quiere decir “crudo” en inglés. Por lo tanto, se trata de un formato con el cual conservamos la foto cruda, sin procesar, como si no la hubiésemos tomado aún.
Cuando disparamos una foto en el formato habitual JPG la cámara graba la imagen en la tarjeta de memoria de manera definitiva que no admite cambios posteriormente, o tal vez sí pero muy pocos. En cambio, si disparamos la foto en formato RAW pues en realidad estamos “conservando” de alguna manera la escena dentro de la tarjeta de memoria y así mantenemos la posibilidad de terminar de tomar la foto posteriormente, en nuestro ordenador.
Cuando con la cámara disparamos la foto en formato JPG la cámara graba la imagen de manera definitiva en la tarjeta de memoria en un formato (JPG) interpretable por cualquier software de fotografía. Además, en ese momento la cámara registra la foto con ciertos datos (balance de blancos, saturación, exposición, contraste, etc.) y prescinde de los demás datos innecesarios. De alguna manera la cámara comprime la foto o la empaqueta y la deja preparada para visualizar en cualquier momento, enviársela a algún amigo, publicarla en nuestro Facebook, etc.
En cambio, cuando disparamos con el formato RAW, la cámara registra no sólo los datos de la imagen sino todos los posibles valores, dejando la foto de alguna manera “abierta” a cualquier cambio posteriormente. Imaginaros, por ejemplo disparamos la foto con unos valores de exposición y balance de blancos x, pero posteriormente hemos cambiado de opinión y queremos cambiar esos valores a otros, pero ya no podemos disparar la foto nuevamente porque ya estamos en casa en frente de nuestro ordenador. Si tuviéramos sólo una imagen JPG poco podríamos cambiar la verdad, pero si tuviésemos una RAW entonces la abriríamos, aportaríamos las modificaciones necesarias, y ya en ese momento obtendríamos nuestra imagen JPG definitiva, ya en el ordenador.
Las RAW son por lo tanto una especie de “negativo”, un fichero fuente del cual podemos obtener la imagen final que siempre será JPG.

¿Qué ventajas tiene disparar fotos en modo RAW?

Todos los profesionales de la fotografía disparan en modo RAW. En todos los foros y eventos donde podáis encontrar fotógrafos profesionales, periodistas, fotógrafos de modelos, etc., preguntadles qué formato utilizan, os dirán RAW.

¿Por qué? ¿qué ventajas me aporta el formato RAW?

Calidad de imagen: El fotmato RAW no comprime la foto como lo hace el JPG. Con una foto RAW podemos estar seguros de que captamos TODA la calidad posible.
Permite cambios posteriores, ajustes, mejoras: Con el formato RAW puedes cambiar casi todo en la foto. Excepto detalles como el encuadre, la disposición de los objetos/sujeto, etc., lo demás casi todo lo puedes cambiar más tarde: puedes darle a la foto más exposición (luz), cambiarle el balance de blancos, darle más calidez o más frío, cambiarle la saturación, etc. Por ejemplo todos sabemos que para disparar una foto en condiciones de poca luz se suele recurrir a altos valores de ISO, y eso provoca que la foto tenga ruido en las partes más oscuras. Pues bien, gracias al formato RAW podemos tranquilamente desde la comodidad de nuestra mesa de ordenador suprimir ese ruido, gracias a las posibilidad que nos ofrece el modo RAW.
A continuación os dejo algunos ejemplos de fotos que tomé en formato RAW y el aspecto que tenían en el ANTES y el DESPUÉS de haberlas procesado. Veréis que el formato RAW es una pasada.

Ejemplos de fotos en formato RAW

Desventajas del modo RAW

Pero si decidís hacer fotos en RAW no todo van a ser ventajas. Veamos:
Espacio en la tarjeta de memoria: El formato RAW, al estar “crudo” y sin comprimir, nos ocupa mucho más espacio en la tarjeta de memoria que el formato JPG. Donde caben 400 fotos JPG a lo mejor sólo caben 110 fotos RAW.
Engorroso proceso de postproducción: Al principio mola hacer fotos en formato RAW y trabajarlas más tarde en el ordenador, pero pasado un tiempo empieza a parecernos una tarea fatídica, larga y aburrida. Y es que si haces fotos en RAW sólo podrás utilizarlas, enviarlas, publicarlas y compartirlas una vez las hayas procesado en el ordenador.
El formato RAW no es único y universal: El formato JPG es único y universal. Todos los JPG’s son iguales, todos los programas abren y leen fotos JPG de la misma manera. Esto no sucede con las RAW ya que cada cámara tiene su propia manera de hacer RAW. Por ejemplo las RAW de Canon son distintas de las RAW de Nikon. Esto plantea un problema de compatibilidad. Muchos alertan de que una foto RAW se podría abrir y utilizar hoy pero dentro de 7 años tal vez no se pueda, ya que los fabricantes actualizan sus software y algunas veces cambian de RAW, así que las RAW que tienes de antes ya no te sirven.

¿Para quién está indicado el RAW?

Si cada vez que haces una sesión de fotos vuelves con 200 ó 300 fotos, olvídate del RAW, ya que tener que procesar en el ordenador 200 ó 300 fotos de una en una puede consumirnos mucho tiempo. En cambio, si en cada sesión de fotos te haces unas 100 fotos o menos, tal vez te interese disparar en RAW. Si te gusta visualizar tus trabajos fotográficos en el ordenador y dedicarles un tiempo, trabajar tus fotos de una en una, entonces RAW es definitivamente lo que necesitas.
Si tienes tarjeta de memoria muy pequeña o te falta espacio entonces tampoco será buena idea disparar en RAW, ya que es un formato que como hemos dicho antes ocupa mucha memoria, para esos casos mejor disparar en JPG. En cambio si andas holgado de espacio en la tarjeta de memoria no escatimes en RAW.
Otra buena indicación de si el formato RAW está indicado para ti o no consiste en hacerte la pregunta “¿Para qué quiero yo un formato RAW?” Si encuentras respuesta a esta pregunta, bien, sigue adelante, dispara en RAW, pero si por el contrario no sabes para qué lo quieres, si disparas en RAW pero al final no le sacas ningún provecho, entonces tal vez te resulte mejor seguir con el JPG y ya está.
Esto ha sido una primera aproximación a este formato, todavía desconocido para muchos. A pesar de las innumerables ventajas del formato RAW he preferido presentároslo con cierta precaución, no quiero que os precipitéis y empecéis a disparar en RAW sin motivo.. Mucha gente dispara fotos en RAW pero no sabe exactamente por qué lo hace. Yo la mayoría de las fotos que disparo las hago en RAW. Si os interesa conocer más en detalle este maravilloso mundo del RAW os invito a continuar la lectura la semana que viene. Profundizaremos más en el formato RAW y os enseñaré algunos programas y herramientas para abrir los fichero RAW y trabajarlos/procesarlos en el ordenador.
Por ahora salid a la calle y haced 2 ó 3 fotos en RAW y volved a casa. Seguramente comprobaréis que vuestro ordenador no es capaz de abrirlos.


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